Aprende más sobre el Rotomoldeo o Moldeo Rotacional

Tabla de Contenidos

Con el fin de obtener piezas huecas y cerradas se utiliza el proceso de rotomoldeo, aunque al finalizar el proceso se pueden realizar operaciones adicionales para modificarla (por ejemplo fraccionarla por la mitad para obtener dos piezas idénticas)

Fases del Proceso

Para realizar el rotomoldeo se requiere de un polímero en estado líquido y un molde completamente cerrado a altas temperaturas.

1 – Se introduce el polímero en estado líquido según el tamaño del molde y el grosor esperado de la pieza. A continuación se sella el molde para que no haya la menor filtración.

2 – El molde se introduce en un horno a elevadas temperaturas (250-450° C) donde empieza a girar con el fin de que el polímero se adhiera a las paredes. Dependiendo de la temperatura aplicada en cada segmento del molde es posible obtener un grosor distinto.

3 – Una vez que el polímero ha cubierto todas las paredes del molde, se procede a enfriar para asegurar la forma obtenida y se retira la pieza.

Algunas Ventajas

Aunque se trata de un proceso más costoso por la maquinaria y equipos necesarios, en comparación a otras técnicas como el moldeo por inyección resulta más económico por la facilidad del mismo. Por otro lado, una gran parte de las piezas obtenidas serían imposibles de fabricar por otros métodos, especialmente si se trata de gran tamaño.

Adicionalmente, el rotomoldeo es un proceso muy fácil de automatizar y que no genera prácticamente ningún desperdicio. Sin embargo, debido a que implica periodos de calentamiento y enfriamiento, los tiempos de producción suelen ser relativamente largos.

 

Imagen cortesía de Joshua Rappeneker (Flickr.com), licencia CC BY SA 2.0