Automatización y empleo humano

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Un nuevo capítulo del debate entre la automatización industrial y la pérdida de empleo se vivió en la feria Automate 2013 realizada a finales de enero en Japón. Allí, Henrik I. Christensen, el titular de la cátedra Kuka de Robótica del College de Computación del Instituto de Tecnología de Georgia, rebatió con evidencias empíricas los postulados del libro Race Against de Machine.

Automatización y empleo humano

En esta publicación de 2011, escrita por Andrew McAfee y Erik Brynjolfsson, economistas del MIT, los autores sostuvieron que la automatización está incrementándose e ingresando a áreas que antes se creían exclusivas de los seres humanos, en detrimento del empleo.

Christensen mostró que si bien es cierto que la automatización trae como consecuencia la pérdida de algunos empleos específicos, la mano de obra que se requiere para operar los robots debe ser más cualificada y por lo tanto mejor pagada.

Una dimensión social

Por su parte, uno de los asistentes, Alexander Verl, jefe del Instituto Frauhofer para la Ingeniería Industrial en Alemania, mencionó como la automatización permite que se incremente la productividad y de esta manera los gobiernos puedan tener más recursos para invertir en programas de asistencia social. Casos como el de Suecia y Alemania, con altas densidades de robots y programas de asistencia social robustos son un ejemplo de esta afirmación.

De hecho, según un informe de la Federación Internacional de Robótica, Alemania duplica a Estados Unidos en la densidad de robots. John Dulcinos, propietario de una empresa estadounidense que dentro de sus segmentos tiene la fabricación de teléfonos móviles, señaló que su producción ha migrado a otros países, en parte por el atraso de los robots estadounidenses, que impidieron mantener bajos y competitivos los costos de producción.