Aunque la soldadura subacuática tuvo su origen en la segunda guerra mundial para reparar puertos y barcos, su gran aplicación se ha dado en la industria petrolífera en altamar, pues debido a la ubicación de las mismas, genera menos costes hacer la operación bajo el agua.
Esto también se debe en parte a los diferentes avances que se han hecho en este campo, pues los nuevos equipos y las fuentes de energía aplicadas permiten obtener una calidad muy similar a la que se realiza en seco.
Equipos para la soldadura subacuática
Aunque en términos generales el proceso es prácticamente idéntico, las especificaciones de los materiales y equipos a utilizar pueden variar:
- Cables eléctricos: Deben ser flexibles y asilados, pero adicionalmente debe tenerse en cuenta que a mayor profundidad, el diámetro debe ser mayo para tolerar la presión. En algunos casos se utilizan dos cables para compensar la ausencia de un diámetro grueso.
- Torchas y Porta-electrodos
- Cristal protector: al igual que en la superficie, la soldadura subacuática produce rayos ultravioleta, por lo cual se utiliza un cristal oscuro que puede ir añadido por fuera del casco del buzo, o como parte del mismo.
- Interruptores de seguridad: Se utilizan para permitir el paso de corriente solo en el momento en que se esté soldando.
- Generadores de corriente eléctrica: Dependiendo de la potencia requerida se utilizan desde 300 hasta 600 amperios. Sin embargo, en el caso de estos últimos se utilizan casi siempre dos máquinas en paralelo.
Imagen cortesía de Official US Navy Page (Flickr.com), licencia CC BY 2.0