La industria de los composites, como la fibra de carbono o la de vidrio, se está convirtiendo no solo en una de las más rentables para los fabricantes, sino que también pondría a España en un lugar óptimo para el boom de los próximos 5 años.
¿Por qué los composites están en la mira?
El avance tecnológico está en busca de materiales cada vez más ligeros, pero sin sacrificar resistencia, por lo cual se han venido desarrollando diferentes aleaciones para la industria automovilística, eólica y aeronáutica.
Lo interesante de esto es que España es una las grandes potencias, pues ocupa actualmente el tercer lugar en Europa dentro de la industria de composites para la aeronáutica, detrás de Alemania y Francia.
Gracias a los diferentes convenios y las procesos de I+D que le han permitido adaptar productos que importaba y pasar a producirlos por cuenta propia, España podría convertirse en uno de los grandes referentes en la industria aeronáutica, pero adicionalmente en la eólica, pues las cifras revelan que la utilización de aleaciones de quintuplicaría para el 2020.
Los retos
Sin embargo, aunque hay grandes expectativas, también hay considerar varios factores clave. El primero es que se están desarrollando aleaciones en aluminio, que es más pesado, pero mucho más barato.
Otro rival del que hay que cuidarse es Asia, pues empresas como Airbus y Boeing ya están fabricando en China, país que seguramente comenzará a copiar diseños y procesos para competir con los países europeos.
Adicionalmente, se requiere un nuevo impulso en el terreno de la automatización y el reciclaje de partes de automóviles, pues los procesos que existen son manuales, lentos y no todos se adaptan a las industrias que vienen trabajando con el metal.
Imagen cortesía de Steve Jurveston (Flickr.com), licencia CC BY 2.0