Galvanizado en Caliente

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De las diferentes estrategias que se utilizan para cubrir un metal con otro, el galvanizado en caliente se destaca en particular por su utilidad y la gran cantidad de aplicaciones que tiene.

¿Cómo es el proceso?

Se trata básicamente de cubrir piezas metálicas de hierro o acero en un baño de crisol de zinc, pero a diferencia de lo que podría pensarse, no se trata de una capa sobre otra, sino que ocurre una reacción de difusión entre ambos materiales. Esto se debe a que la temperatura del zinc está alrededor de los 450°C

Una vez que se retira el acero o hierro del baño, el zinc se solidifica y forma capas de aleación más duras que las de la base.

La utilidad de la galvanización en caliente

Su uso está enfocado básicamente en la construcción, tuberías, señalización, iluminación y vallas. Esto se debe a que la gran mayoría de estos objetos están expuestos de manera constante a la humedad y contaminación del ambiente, lo que puede generar oxidación  y corrosión en el hierro.

Además de las diferentes aplicaciones en el ambiente citadino, este proceso se utiliza también para piezas que se utilizarán en ambiente con una gran cantidad de agua como las piscinas, el mar o en plantas de tratamiento.

Finalmente, vale la pena mencionar que más de la mitad del zinc extraído en todo el mundo se utiliza para este proceso. Entre las muchas alternativas para evitar la corrosión del hierro, el galvanizado en caliente es la alternativa más utilizada gracias a su economía desde hace 150 años.

 

Imagen cortesía de JWPhotowerks (Flickr.com), licencia CC BY 2.0