Grupos Electrógenos: Abasteciendo de Energía

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Uno de los inconvenientes básicos en toda construcción es poder alimentar de energía todos los equipos necesarios en ausencia de una instalación eléctrica. Para poder satisfacer esa necesidad están los grupos electrógenos.

¿Para qué se utilizan?

Además del sector de la construcción, y muchas veces por disposición legal, los grupos electrógenos sirven como fuente secundaria de energía en sitios con gran fluencia de público y que la necesiten 24/7, como las fábricas, restaurantes, centros comerciales, hospitales, cárceles, edificios administrativos, laboratorios, etc.

También están presentes en lugares apartados de la ciudad que no cuentan con un suministro de energía suficiente, o que experimentan continuos cortes.

¿Cómo funcionan?

Para lograr producir la suficiente energía, los grupos electrógenos cuentan con un motor de combustión interna para girar el alternador. Aunque existen motores tanto de gasolina como de diesel, los más comunes son los segundos, pues son más económicos y facilidad de uso.

Al igual que en el caso del motor de un coche tradicional, estas máquinas también cuentan con un sistema de refrigeración para evitar el sobrecalentamientos (puede ser mediante agua, aire o aceite), y en ocasiones pueden llegar a necesitar un dispositivo calefactor cuando las condiciones de frío en el ambiente son muy intensas (resistencia de precaldeo) para ayudar a encender el motor.

Vale la pena mencionar que en el caso de los lugares apartados es necesario disponer de un sistema adicional de abastecimiento de combustible, pues son equipos que funcionan las 24 horas del día y lo consumen rápidamente.

 

Imagen cortesía de bulliver too (Flickr.com), licencia CC BY SA 2.0