La automatización industrial le echa una mano al medio ambiente.

Tabla de Contenidos

Uno de los factores que genera contaminación en una planta industrial es el trabajo a máxima potencia de bombas o ventiladores, entre otros sistemas, cuando no es necesario. Más trabajo implica más consumo de energía, y más consumo de energía significa más emisiones contaminantes.

Pues bien, una de las más recientes aplicaciones de automatización industrial realizada por la empresa española ABB contribuye con la eficiencia energética, que ayuda tanto al medio ambiente como a los costos de producción. Se trata de los convertidores de frecuencia variable ACS880, que tienen la capacidad de controlar la velocidad de los motores de corriente alterna.

Estos convertidores logran ahorros energéticos hasta del 60%. Según cifras de la empresa, tan solo en 2011 se ahorraron 310 millones de megavatios/ hora y se evitó la emisión de 260 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera.

Los ACS880 pueden instalarse en prácticamente cualquier tipo de maquinaria, incluyendo grúas, cintas transportadoras, compresores, bombas y ventiladores. También sirven en una amplia variedad de industrias, entre ellas la metalúrgica, química, cementera, naval y las que manipulan materiales como papel y madera.

 

Beneficios económicos y ambientales.

Según ABB, menos del 10% de los motores están equipados con reguladores de velocidad de los motores, a pesar de que, según el fabricante, la disminución de un 1% en los costos de producción tiene el mismo impacto sobre las finanzas de la empresa que un aumento de 8% en las ventas.

 

Los esfuerzos que se hagan en este aspecto serán bien recibidos, además, por el medio ambiente. Según la Agencia Internacional de la Energía, el 42% de la energía generada en el mundo es consumida por las máquinas industriales. A su vez, los motores consumen el 67% de la energía usada en la industria.