Si disfrutas con el funcionamiento de la maquinaria industrial y lo has dicho en público alguna vez, puede que alguien te haya mirado raro. No te preocupes, este artículo te servirá para acallar rumores. Y es que hay grandes historias de la literatura y del cine que hablan de las máquinas industriales. De cómo el desarrollo tecnológico e industrial sirve para la evolución de la especie humana.
Máquinas industriales que existieron en literatura antes que en la realidad.
Cuando hablamos de los libros y las máquinas no podemos dejar de mencionar al increíble Julio Verne. El escritor francés se sacó de la chistera un invento que más tarde tendría una relevancia especial en conflictos bélicos como la Segunda Guerra Mundial. Nos referimos, por supuesto, al submarino.
Pero no solo eso. Julio Verne imaginó cohetes que volaban hasta la luna. No en vano, la NASA tiene un programa literario. Sí, pagan a escritores de ficción para que imaginen nuevas soluciones tecnológicas.
El Señor de los Anillos: ejemplo de mal uso de la maquinaria industrial
J.R.R. Tolkien fue un caballero inglés totalmente enamorado de la naturaleza. Las descripciones de árboles y paisajes ocupan una gran parte de su obra. Si Julio Verne inventó el submarino y este participó en las guerras, Tolkien tomo parte en ellas como combatiente. En ese contexto fue testigo de como la industrialización sacrificaba una parte importante de la naturaleza.
Plasmó el horror que la industria le producía en la segunda parte de El Señor de los Anillos, en los capítulos dedicados al malvado mago blanco Saruman, que desforestaba el bosque de Fangorn hasta provocar la venganza de la propia naturaleza.
La mirada más optimista: Roald Dahl y Charlie y la Fábrica de Chocolate
Paisano de Tolkien, pues ambos nacieron y trabajaron en Oxford, Roald Dahl tenía una visión de la evolución y el desarrollo tecnológico mucho más positiva. En Charlie y la Fábrica de Chocolate, destacan la maquinaria industrial y un equipo de innovación y desarrollo formado por exóticos hombrecillos.
Las máquinas son capaces de producir las más ricas golosinas. Pero no solo eso. Dentro de la fábrica el tiempo y el espacio se modifican. Para Roald Dahl la maquinaria industrial era la clave para viajar más rápido no solo en el espacio sino también en el tiempo.
La máquina del tiempo: un invento de ficción que la realidad todavía tiene pendiente
H.G. Wells inventó una máquina de aspecto claramente industrial que le permitía viajar al pasado. Algo que Robert Zemeckis retomó en su película Regreso al Futuro. Un film que tuvo tanto éxito que se rodaron dos secuelas más. En este caso l máquina era un coche. Se trata de un invento que la industria de la automoción todavía no ha logrado, pero que todos estaríamos encantados de probar.
¿Y tú? ¿Conoces más máquinas industriales increíbles que tengan su origen en la ficción? Cuéntanoslo. O sigue disfrutando con nuestros artículos dedicados a las máquinas industriales y el arte. Porque la ingeniería también es una forma de creación que merece un reconocimiento artístico real.