A través de la soldadura MIG/MAG es posible obtener resultados con muy buenos acabados, una alta productividad y muy poca escoria, además de ser menos tóxica que otros proceso. Sin embargo, además de conocer las ventajas de este tipo de soldadura, vale la pena echar un vistazo los procesos.
Proceso semiautomático
En este proceso el operario simplemente se encarga de hacer los ajustes en el amperaje y el voltaje, pero el mismo es quien se encarga de realizar el movimiento de la pistola. Cuanto mayor es el amperaje, más intensa es la velocidad de alimentación del material, lo que permite rellenar uniones más grandes. Por otro lado, un mayor voltaje permite una mayor penetración de la soldadura.
Proceso automático
Funciona de un modo prácticamente idéntico al anterior donde el operario se encarga de hacer los ajustes necesarios y mover la pieza, pero en este caso la soldadura es aplicada por una boquilla automatizada.
Proceso robotizado
Es el proceso más avanzado que existe en la actualidad. Mediante un sistema de control numérico computarizado (CNC) es posible asignar todos los parámetros y detalles de la soldadura. Sin embargo, y diferencia del proceso automático, el proceso robotizado cuenta con un brazo mecánico capaz de mover toda la pieza, transportarla y realizar los acabados.
La gran ventaja de este proceso es que menos dependiente de la habilidad del operario (salvo el manejo de la unidad CNC), y la alta productividad, muy efectiva teniendo en cuenta los tradicionales tiempos de receso de la mano de obra humana.
Imagen cortesía de Drew Coffman (Flickr.com), licencia CC BY 2.0