Microchips de Extremadura para el mundo

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Desde la localidad extremeña de Zafra se están exportando microchips de bajo consumo de energía que permiten monitorizar y controlar procesos industriales desde Internet. Se trata de un producto de panStamp, una empresa conformada por cinco personas, la mayoría de ellas ingenieros.

Microchips de Extremadura para el mundo

Según explica Daniel Berenguer, el emprendedor detrás de panStamp, los dispositivos se componen de nodos inalámbricos y aplicaciones de automatización y configuración.

Dentro de los múltiples usos del chip está la automatización de procesos industriales y de edificios, aunque también se puede emplear para controlar mediciones medioambientales y controlar explotaciones agrarias.

Uno de los principales atributos de estos dispositivos es su bajo consumo de energía, pues pueden funcionar hasta por un año con un par de pilas alcalinas AA. El software que controla los microchips es de código abierto, de uso gratuito y libre. Con él se pueden elaborar gráficas que muestran, por ejemplo, el consumo de energía de un determinado dispositivo.

Idea internacional

En la actualidad cerca de 85% de la producción de la empresa se destina al mercado internacional. Lo fácil y simple de su uso convierte a los microchips de panStamp en una solución ideal para que pequeñas y medianas empresas incursionen en la automatización industrial.

Esta idea de negocio hecha realidad ya ha empezado a conquistar premios en España y en Europa. Fue una de las tres empresas finalistas del concurso Navegantes de hoy en la categoría de Mejor desarrollo para nuevos dispositivos, y logró la nominación al premio CODE_n 2013 durante la feria CeBIT en Hannover, Alemania.