Nanotecnología en España: Entre la espada y la pared

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El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha enfrentado numerosos retos económicos, pues no hace más de un año estaba al borde de la quiebra. Sin embargo, la nanotecnología en España no se rinde y ubica al país en el noveno puesto a nivel mundial en cuanto a producción científica en este campo.

 

 

Los Contras de la Nanotecnología en España

El gran enemigo de la nanotecnología ha sido indudablemente la escasez en el presupuesto, pues en efecto se ha visto una reducción por parte de los inversionistas, lo que ha impedido la renovación y mantenimiento de una gran parte de los equipos.

Por otro lado, dado que se trata de un sistema público, ha sido bastante difícil regular la agilidad en los procesos de integración y contratación. Sin embargo, España debe empezar a dar saltos importantes, pues para Europa la I+D+I es uno de los ejes para 2020.

 

Los Pros de la Nanotecnología en España

El panorama no ha sido del todo negativo, pues el país tiene a su favor una gran cantidad de grupos e instituciones dedicadas la investigación. En efecto, la producción de los grupos afiliados al CSCI corresponde al 25% del total nacional.

Adicionalmente, también vale la pena destacar la proporción de solicitud de patentes que se registran año tras año, que para el año 2000 era del 4,9%, en el 2005 era del 98% y en el 2011 se ubicó en el 18,9%.

Esto se completa con el papel del CSIC en los diferentes programas de formación universitaria, además de la transferencia de este conocimiento al sector productivo.

 

Imagen cortesía de UCL Mathematical and Pysichal Sciences (Flickr.com), licencia CC BY 2.0