Cada vez está más cerca de hacerse realidad la propuesta de la empresa eslovaca Arllen Development con la que ha venido trabajando el ayuntamiento de Güímar, municipio de Tenerife, con el fin de utilizar el calor de un pozo seco para transformarlo en energía eléctrica.
Adicionalmente, este proyecto también incluye una desaladora de agua de mar para poder convertirla en agua potable y una estación depuradora de aguas residuales. Estas últimas serán tomadas del municipio y de las industrias aledañas, lo que permitirá generar electricidad y agua dulce para la agricultura de la isla.
El funcionamiento del proyecto
Mediante la perforación de pozos profundos en la roca se busca inyectar agua desde la superficie, una vez adentro aumentará su temperatura de manera natural y saldrá nuevamente a la superficie en forma de vapor. Este vapor de agua generará energía eléctrica mediante turbinas y que serán enviadas a la red de distribución.
Dentro del cronograma inicial se ha establecido que este año inicien los estudios de impacto ecológico y la aprobación por parte de las autoridades está prevista para finales de 2016. A finales de ese mismo año iniciarán las obras que tendrán una duración aproximada de 18 meses. De esta manera, la operación entraría en funcionamiento de manera oficial durante el tercer trimestre de 2018.
Vale la pena mencionar que esta tecnología es aún muy reciente y hasta ahora ha sido en muy pocos países como Alemania, Reino Unido, Francia, Australia y Japón para aprovechar las reservas naturales de vapor.
Imagen cortesía de Mataparda (Flickr.com), licencia CC BY SA 2.0