Aunque la robótica ha tenido grandes avances dentro del sector automotriz y mecánico, la industria farmacéutica también se ha beneficiado de estos procesos. Esta vez el turno ha sido para el Hospital Clínico San Carlos en Madrid, donde se prepara la quimioterapia con asistencia robótica.
Cómo se realiza la quimioterapia
El proceso es bastante simple. Primero que todo, el oncólogo realiza una prescripción médica que posteriormente es avalada por un farmacéutico, pues se necesita verificar que las dosis correspondan a las especificaciones de cada paciente, particularmente al edad y el peso, además del grado de avance de la enfermedad.
De ahí son llevadas a una unidad donde se encuentra el robot (llamado APOTECAchemo) y un grupo de enfermeras capacitadas para ingresar las órdenes, además de verificar todo el proceso.
Actualmente, el porcentaje de error es mínimo, lo que constituye uno de los avances más importantes para la industria farmacéutica, aunque no deja de optimizarse el proceso.
El desarrollo del robot APOTECAchemo
Para llegar a la fiabilidad obtenida fueron necesarios 6 meses de pruebas, y durante su primer año ha realizado más de 6.000 preparaciones, pero se esperan que sean más en la medida en que se automatice cada vez más el proceso.
Entre las grandes ventajas se rescata la seguridad del producto terminado para pacientes, pues se reducen al máximo los residuos y la máxima precisión obtenida en las preparaciones. Por otro lado, los trabajadores también dejan de exponerse a los componentes tóxicos que tienen algunos de los tratamientos.
Así las cosas, es muy probable que este desarrollo se extienda a muchos otros campos de la medicina y la farmacia, protegiendo así a los trabajadores y perfeccionando la formulación.
Imagen cortesía de Indyna (Flickr.com), licencia CC BY 2.0