Máquinas y herramientas de segunda mano. Por qué fallan

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Todas las máquinas fallan. Las máquinas y herramientas de segunda mano no son la excepción.  Solo que, debido a su condición de máquinas usadas, solemos atribuir a ese solo hecho todas las fallas y desperfectos que presenten durante su funcionamiento.

Las fallas de las máquinas se producen por muchas razones.  Cuando hablamos de una “falla”, queremos indicar que la máquina en cuestión ha dejado de prestar el servicio para el cual fue diseñada y fabricada, o que no lo está haciendo en las condiciones ideales que supuso el fabricante.

Razones para que las máquinas y herramientas de segunda mano fallen.

Podemos agrupar las razones para las fallas de las máquinas usadas en tres grandes grupos: La Obsolescencia, Mala operación o Degradación.  La degradación, entendida como el desgaste de los componentes internos de la máquina, debido  al uso continuado es la causa más frecuente de fallas en máquinas y herramientas de segunda mano.

No debemos confundir la obsolescencia con la degradación. Por obsolescencia entendemos la dificultad que tiene la máquina para acoplarse a sistemas nuevos de producción gracias a la aparición de nuevas tecnologías, lo que hace finalmente que la máquina deje de cumplir con su función principal.

¿Cómo corregir la degradación en máquinas y herramientas de segunda mano?

Los metales sufren de fatiga. Y este factor de desgaste que hemos dado en llamar “degradación”, no es otra cosa que la fatiga de los metales, causada por el rose continuo entre ellos, por el ataque de ácidos y químicos corrosivos, o incluso por la exposición de las máquinas a condiciones ambientales no apropiadas para su adecuada conservación.  ¿Cómo corregirlo? Solamente hay una forma. Cambiando las piezas que acusen fatiga de metal o desgaste.

¿Cómo prevenirlo?

Las máquinas son unidades que se fabrican para permanecer selladas, para trabajar durante determinados periodos de tiempo seguidos y para ser “alimentadas” con determinados lubricantes y aditivos que faciliten su operación y prevengan su desgaste.

Es muy común ver algunas máquinas usadas, con algunas secciones de su estructura expuestas al aire libre.  Esto se debe a que, por alguna razón, alguna vez fue necesario destaparla, para cambiar una pieza, ajustar otra o para aplicar lubricante en alguna otra y no se volvió a tapar ya que se consideró que era mucho más práctico que permaneciera así, para poder supervisar su funcionamiento interno o para cuando eventualmente se necesitase cambiar otra pieza.

Este es el peor error que se puede cometer.  Las máquinas son unidades selladas, y así deben permanecer, por su seguridad y para preservar su funcionamiento.

Ellas no deben trabajar más horas de las que el fabricante ha señalado. La lubricación y el mantenimiento de las máquinas y herramientas usadas debe realizarse en periodos de tiempo establecidos, así la máquina parezca no necesitarlo.

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