Automatización industrial y creación o destrucción de empleo

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Erik Brynjolfsson y Andrew McAfee, investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), declararon recientemente que la automatización industrial destruye más empleos de los que crea. Su conclusión está basada en el análisis de las cifras de productividad y empleo de Estados Unidos.

Según los investigadores, la relación directa entre ambas variables se perdió en el año 2000 y la distancia entre ambas está aumentando. Según Brynjolfsson y McAfee, los progresos en automatización y robótica industrial han tenido un impacto «muy relevante» en la desaparición de miles de puestos de trabajo en los últimos quince años.

Otras voces acerca de la automatización industrial

La conclusión de que la automatización industrial destruye más empleos de los que crea no genera consenso en la comunidad científica. En un artículo publicado en la revista Technology Review, también del MIT, el investigador Brian Arthur sostiene que una revista del MIT, habla de la economía autónoma, a la que define como «procesos digitales contribuyendo con otros procesos digitales y creando otros nuevos».

Estos nuevos procesos requieren de nuevas profesiones que los sepan administrar, y allí se crean nuevas oportunidades de empleo. Esto es lo que siempre han sostenido los defensores de la automatización, pero Brynjolfsson y McAfee argumentan, con base en la diferencia creciente entre productividad y empleo, que el resultado neto de empleos creados y destruidos es negativo.

Apuesta por la innovación

El hecho de que los robots y los procesos automatizados permitan reducir personal no tiene por qué ser necesariamente negativo. Los empresarios bien pueden pensar a corto plazo y ahorrarse los costos de la nómina, o pueden pensar a largo plazo y usar el potencial innovador de los seres humanos remplazados por robots para generar nuevas oportunidades de negocio.